domingo, 18 de diciembre de 2011

Darse cabezazos con las mismas piedras

Congelados Picazo 92  Parque Bilbao 48
Entraba dentro de lo previsible perder contra el primer clasificado, en su cancha, y contando además nosotros con varias bajas. Lo que resulta bastante inconcebible es la forma de caer derrotados. Tropezar continuamente en las mismas piedras, en los mismos errores básicos defensivos y ofensivos, no es fácil de asumir.
El primer y tercer cuarto se salvaron de la quema, pero el segundo y cuarto resultan muy sonrojantes. Permitir que el equipo contrario obtenga una ventaja de 20 puntos en el último cuarto es una piedra demasiado pesada. Encajarla de la manera en que ha sucedido, es un suicidio.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Lección magistral de cómo regalar una victoria

Saskel B.T. 57  Parque Bilbao 53
Incomprensible derrota contra el equipo local, merced principalmente a nuestros numerosos deméritos.
En un pabellón frío, tanto por la climatología como por nuestro escaso público (nadie), jugando en un módulo, nuestro juego es irregular y pobre.
Comenzamos con una defensa inteligente, con la que encajamos pocos puntos. Sin embargo nuestro ataque no mueve el balón lo suficiente, y no funciona.
El segundo cuarto cambió bastante a nuestro favor. Por una parte nuestra defensa sigue siendo inteligente, y por otra el ataque es más fluido y más lógico.
Durante la segunda mitad nuestro juego vuelve a decaer. Un parcial desfavorable de 5-0 empata el partido, pero sobre todo, un 7-0 en el último minuto del tercer cuarto crea cierto desconcierto. El cual persiste al comienzo del último período, con otro 5-0 encajado.
Con cinco minutos por jugar y perdiendo de doce puntos, arreglamos en parte la situación, mas nos falta rematar la faena, y en un mal último minuto de partido se culmina la derrota.
Demasiados errores, tanto en la cancha como desde el banquillo, nos hunden en una derrota difícil de digerir.
La actuación del árbitro también fue un error, uno más de los que recibió Saskel como regalo de navidad.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Quinta victoria

Parque Bilbao 63  Gordexola S.T. 60
Quinta victoria del equipo de 1ª, lo que ya iguala a lo conseguido en toda la temporada anterior.
Partido igualado en todos sus cuartos, salvo en el segundo, donde un parcial de 8-0 nos otorga una ventaja que a la postre sería decisiva.
Las diferentes defensas del equipo visitante no resultan plenamente fructuosas, y nuestro punto fuerte de la temporada funciona, al menos lo suficiente para alcanzar una merecida victoria.

Todos los días sale el sol

sábado, 3 de diciembre de 2011

Victoria de mínimos

Parque Bilbao 55  Salleko Medinar Norte 45
Partido que no me apetece ni lo más mínimo ver. Tras la diatriba de mensajes del entrenador de Salleko, de su interés por cambiar de fecha este partido, y de su incomprensión porque nosotros no quisiéramos complacer sus deseos, me falta comprobar el comportamiento de su equipo, y de él mismo en el partido que, vuelvo a repetir, no me resulta nada agradable presenciar...
Por una parte, el comportamiento del equipo visitante resulta adecuado y correcto. No tanto el de su entrenador. Desde mi zona de banquillo le saludo antes de comenzar el encuentro. Su expresión, como su educación, difícil de explicar.

Muchas dificultades en el partido, demasiadas tal vez para ganar al último clasificado.
Nuestra defensa, aún no siendo muy intensa, sí fue suficiente durante el primer cuarto; no tanto en el segundo. Nuestro ataque volvía, otro partido más, a ser un desastre. De esta manera, llegábamos al descanso con un punto de ventaja..., y gracias.
En el tercer cuarto nuestros problemas ofensivos nos dejaban un punto por detrás. Pero en el último período una mejor defensa y un tempo de ataque inteligente propiciaron un 11-0, dejando al equipo contrario sin anotar los últimos siete minutos de partido.
Una victoria merecida pero demasiado trabajada, que me crea muchas incertidumbres para los próximos partidos, contra los rivales más difíciles del grupo.

Alright with me

domingo, 27 de noviembre de 2011

Victoria de 'vinagre y cardos'

Parque Bilbao 47 Ugari Supermerkatua Sopela 38
Victoria fea, pero justa visto lo visto en los dos equipos. No es una tarde de 'vino y rosas', sino más bien lo contrario. El limitado equipo visitante se dedica a parar ciertas zonas a base de palos, y le funciona relativamente, dado el árbitro designado para este partido, que pasa por ser uno de los peores vizcaínos. Cuando también nosotros nos dedicamos a repartir cera, el árbitro se dedica a señalar algunas faltas más (aunque no muchas tampoco) y nuestro ataque da por fin algunos pases seguidos, la victoria se decanta de nuestra parte.
La defensa que había establecido el equipo visitante no obtuvo su premio, cuando al comienzo del último cuarto el acierto en el tiro nos otorgó un margen de siete puntos, que para la igualdad que había hasta entonces, resultó decisivo. Entonces, la capacidad de reacción de Ugeraga fue escasa, basándose básicamente en más de lo mismo, en dar palos, aunque no les sirvió para remontar.
Nuestra defensa fue poco inteligente en bastantes fases del partido, y nuestro ataque tuvo bastantes lagunas, aunque finalmente la calidad de nuestros jugadores logró una victoria demasiado sufrida, y con demasiados palos. Una fea victoria, más de 'vinagre y cardos' que de otra cosa.



NBA 2010

viernes, 25 de noviembre de 2011

Vergonzosa derrota. Frases incomprensibles

Águilas Salesianos 83  Parque Bilbao 35
Jugar en el campo de Salesianos no es agradable, incluso aunque no llueva. Al menos en esta ocasión hay marcador electrónico, sobre una mesa, junto a la anotadora. Si además tenemos algunas bajas como es el caso, es difícil ganar. Y máxime a un Águilas que esta temporada es uno de los favoritos, según parece.
Con todo esto voy con una idea clara, y es que la opción de perder está ahí, así que podemos jugar sin ninguna presión, y a partir de aquí, quizá dar una sorpresa...
Tal idea se va pronto al carajo. El calentamiento nos lo estamos tomando de una manera poco 'competitiva', parece que viniéramos a pasearnos; hay que decir incluso cuándo se cambia la fila de tiro en las ruedas. En fin, no empieza bien...
Sin embargo hacemos un parcial de 0-4. No sé Águilas, pero yo sí estoy sorprendido de este arranque. Aunque será ésta nuestra única ventaja en todo el partido. A partir de ahí, falta de concentración y miedo ante una presión local no especialmente asfixiante, lo que se traduce en pérdidas; 'pasar' de las explicaciones dadas en el banquillo, lo que se traduce en más pérdidas; no saber y/o concentrarse y/o tener paciencia en los sistemas de ataque, lo que redunda, también, en más pérdidas.
Aunque nuestra defensa no es especialmente brillante, nuestro ataque resulta uno de los más lamentables en la historia del club, y acabamos encajando la segunda mayor paliza en quince años.
A pesar de todo ello, durante el partido y al finalizar el mismo, oigo una serie de frases, de comentarios, que en función del resultado se me hacen incomprensibles. Son frases que soy incapaz de asociar a un encuentro perdido por casi 50 puntos. Frases, como el partido, para olvidar.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Dejándonos llevar...

Parque Bilbao 57 Boskozaleak 44
Victoria relativamente sencilla, contra un equipo aguerrido, cuyos mejores jugadores fueron anulados, o bien por la defensa, o por una lesión. Un buen parcial al comienzo del segundo cuarto nos dio nuestra primera ventaja y hasta mediado el tercer período mantuvimos una diferencia estable, de entre 5 y 11 puntos. A partir de ahí y hasta el final del tercer cuarto, otro parcial categórico nos dio ya una amplia diferencia, que aumentaría aún más en los primeros cuatro minutos del último período, con otro parcial favorable.
En los seis minutos restantes, con 24 puntos de diferencia a favor, nos dedicamos a hacer el 'canelo', a pensar en la mejora de las estadísticas individuales, más que en jugar en equipo, y el resultado de ello fue un 4-15 para el equipo visitante.
Cuatro victorias ya en la temporada, que nos alejan un poco en la clasificación de los puestos de descenso. Y a una sóla victoria de las que tuvo el equipo de 1ª en toda la temporada anterior.

Joyride

sábado, 19 de noviembre de 2011

Tarde de caras y cruces

Zornotza S.T. 80 Parque Bilbao 70
Partido disputado, emocionante, con muchos puntos, bueno para el espectador, para disfrutarlo desde fuera. Dentro del campo hubo alternancia entre el buen juego en ataque y defensa, y los errores, especialmente respecto a lo que nos convenía en cada momento; al timing de juego.
Las caras del encuentro fueron la buena lectura de juego en ataque en ciertos momentos, y el gran acierto de algunos jugadores. También la superioridad de algunos en el 1x1, y la buena actuación arbitral, que normalmente señalaba las faltas que nos hacían.
Las cruces, sin embargo, también fueron varias. Nuestra falta de inteligencia defensiva, sobre todo en ciertos momentos del segundo cuarto, la falta de concentración también en defensa, que permitió tiros claros a los dos jugadores locales que las metían de fuera; o la precipitación en los minutos finales, en los que quisimos resolver muy rápido. Por si todas estas cruces no fueran suficientes, hay que añadir el pobre porcentaje en tiros libres.
Durante el partido encajamos dos parciales que luego tuvimos que remontar. Lo hicimos con un juego espectacular, pero una vez que nos pusimos por delante de nuevo, dejamos los últimos minutos a un cara o cruz, en lugar de rematar la faena con determinadas resoluciones tácticas. Y en esta ocasión nos salió cruz.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Agobiados en ataque, poco listos en defensa

Gaztelueta 62 Parque Bilbao 43
Demasiado agobiados en el ataque ante la defensa individual de palo-cesto del equipo local. Ante un árbitro que no ha tenido interés en pitar y una defensa intensa no hemos sabido circular adecuadamente el balón, y de ahí que no hayamos obtenido ventaja en el ataque y los tiros hayan sido demasiado rápidos e imprecisos..., cuando hemos llegado a tirar.
Ante esto cabía apelar a nuestra defensa, la cual ha estado falta de algo de intensidad, principalmente en la primera parte, y de inteligencia, tanto en el campo como desde el banquillo, puesto que el único peligro local venía de un jugador.
Con precipitación en ataque y mal timing en la mayoría de las acciones, y una defensa poco inteligente, no podíamos más que perder el partido.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Desastre táctico en el último cuarto

Unamuno 71 Parque Bilbao 60
Un partido bien llevado hasta los minutos finales del tercer cuarto, ha pasado a ser un recital de desaciertos, de malas decisiones tácticas desde el banquillo, de precipitaciones en ataque, de poca intensidad y concentración en el rebote defensivo, de desajustes en la defensa; en definitiva, un desastre. Un parcial de 10-0 ha colocado a Unamuno a tan sólo un punto al finalizar el tercer período. Y en el último cuarto el caos ha continuado. Finalmente hemos perdido nosotros un partido en el que han sobrado muchos despistes y ha faltado más juego en equipo y ciertos recursos tácticos en el momento adecuado.
La actitud soberbia del árbitro principal también ha sobrado. Su arbitraje lamentable, junto con el de su compañero; sin embargo ha estado preocupado de las acciones de Txemi, y de 'cargárselo', y no del exceso de contactos en las acciones defensivas del equipo local.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Demasiados regalos para Paúles

Parque Bilbao 51 Paúles 73
Para Paúles ha sido una suerte obtener tantos regalos de nuestra parte. Les hemos regalado intensidad, la que ellos han tenido en defensa; faltas personales, las que ellos han hecho y nosotros no, permitiendo canastas, cuando su porcentaje en tiros libres ha sido muy bajo. También les hemos regalado unos contraataques que nos han hecho tras tiro libre, con un 'palomero' al que hemos dejado totalmente solo.
Les hemos dado toda suerte de facilidades, y ello ante un equipo con experiencia y que sabe jugar algo a baloncesto ha sido decisivo para recibir una paliza, tanto en el marcador como por las continuas faltas que ha hecho el equipo visitante, y que los árbitros, en un caso por bisoñez, y en el otro por pasotismo, no han pitado.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Casi nos ahogamos en Gernika

Gernika KESB 62 Parque Bilbao 65
Gran chaparrón de agua el caído en Gernika, que provocó algunas goteras dentro del pabellón, y bastantes lagunas en nuestro equipo. Pensábamos que sería más 'sencillo' ganar al último clasificado, y en absoluto fue así. En el segundo cuarto Gernika obtenía una ventaja de 13 puntos, que tras el descanso se amplió a 16, la máxima del partido.
Demasiados errores con los que Gernika se encontró y que casi le dan su primera victoria, la cual evitamos con un último cuarto bastante aceptable, igualando a 59 a falta de dos minutos para acabar. En ese tiempo final el equipo local anotó tres puntos, y entramos en el último minuto con un preocupante 62-59. Aunque uno de los jugadores no pareció muy preocupado cuando anotó los siguientes cinco puntos, que junto a un tiro libre final nos daba una victoria que habíamos tenido que sufrirla más de lo esperado.
Ander debuta, y con victoria, lo que rompe la habitual tradición del debutante de Parque. También rompemos una muy negativa racha del equipo de 1ª, que no había ganado ningún partido como visitante en estas dos temporadas.
Al finalizar el partido se le entrega a Raúl una placa conmemorativa de sus 200 partidos con el club. Y se hace en un lugar acorde al glamour y esplendor de esta franquicia, esto es, en el vestuario.



Torero

domingo, 30 de octubre de 2011

Previsible victoria..., pero no tanto

Parque Bilbao 67  Centro Salmantino 41
Rival más sencillo de lo que esperábamos. Al descanso la ventaja de 20 puntos parecía sentenciar la victoria. Y en los cuartos posteriores se refrendó, aunque con un juego pobre que no hizo sino confirmar lo visto, que el equipo visitante daba muchas facilidades baloncestísticas.
Victoria esperanzadora para los futuros partidos, contra equipos de los aparentemente asequibles.


Gladiator. The battle

sábado, 29 de octubre de 2011

Canastas perdidas, victoria recuperada

Parque Bilbao 75 Saskel BT 71
Comenzamos mal, continuamos peor. Poca intensidad defensiva, poca concentración, mal ataque. En definitiva, al descanso perdiendo. Dos parciales desfavorables, en el segundo y tercer cuarto y Saskel consigue su máxima ventaja de dieciséis puntos.
Para entonces la anotadora ya ha comenzado a liarse con el acta, y a no tener claro dónde apuntar las canastas de uno y otro equipo. Se nos anuló una canasta señalada en el acta, posteriormente no se anotó otra, aunque el árbitro decidió corregir esto.
En plena vorágine de desconfianza hacia lo que la anotadora apuntaba, nuestra defensa cambió radicalmente. Comenzamos a defender, comenzamos a creer, tanto dentro del campo como fuera de él. El banquillo se mostraba activo, intenso incluso; el público también. E iniciamos una remontada que se hizo efectiva casi entrando en el último minuto, cuando nos pusimos por delante. Durante ese último minuto, el errático porcentaje en tiros libres (lo que fue una rémora para el equipo visitante en todo el partido) pudo decidir el ganador, pero no lo hizo y llegamos a la prórroga.
En ella, tras unos momentos iniciales de desconcierto volvimos a hacer correctamente lo que había propiciado la remontada anterior, y conseguimos una victoria importante, que tan sólo un rato antes ya creíamos perdida.

Ai se eu te pego

sábado, 22 de octubre de 2011

Decisión errónea antes de jugar

Leioa SBT 66  Parque Bilbao 60
Mungialde 57  Parque Bilbao 34
Tomo una decisión incorrecta, lo que traducido en resultados nos deja con dos derrotas.
Juegan a la misma hora, del mismo día, y fuera de casa, el equipo de 1ª y el de 2ª. Considero que es un partido más asequible el de 2ª. Ganar a Mungialde se me antoja relativamente más sencillo que ganar a Leioa, primero en la clasificación en 1ª hasta el momento. Así que opto por repartir jugadores entre los dos partidos, aunque con más número en el encuentro de 2ª. La decisión resulta razonable a priori, aunque una vez jugados, y visto lo visto, ha sido un error evidente. El equipo que más ha competido, y que más opciones ha tenido de ganar es el de 1ª. Con que hubiera contado con un jugador más...
El partido de 1ª, en el que debuta Juanma, peleado y con opciones de victoria hasta el final. El de 2ª prácticamente desde el segundo cuarto sin intensidad, sin concentración; en suma, un desastre.
Un día en el que se podía ganar al menos uno de los dos partidos, una decisión anterior provocó que no se ganara ninguno.

viernes, 21 de octubre de 2011

Hoy algo es diferente

Hoy no ha jugado Parque, hoy no ha habido entrenamiento. Hoy no hablaré de baloncesto.
Hoy no he faltado al curro, como de costumbre. Hoy no he conocido ninguna chica sorprendente, como de costumbre. Hoy no hablaré de eso tampoco.
Hoy no he visto a los amigos con los que crecí, ni he podido ver, hoy tampoco, a los padres que me enseñaron a crecer. Hoy no he visto tampoco a Maribel, aunque he sentido su sonrisa. Hoy no he inventado castillos en el aire, como de costumbre.
Hoy me he acordado de todos los que no estáis, de los que he conocido y de los que no.
Hoy no hay E.T.A., como de costumbre.


Txoria txori


Imagine

domingo, 16 de octubre de 2011

Los abogados nos hacen perder el juicio

Parque Bilbao 33  Colegio de Abogados 66
Tarde muy lamentable. Cuando algo comienza mal, y continúa peor, nada positivo es de esperar.
A las bajas, por una u otra razón de casi todos los pívot, se le une la insuficiente predisposición con la que afrontamos un partido contra uno de los favoritos del grupo. Sabíamos cómo debíamos jugar, lo que podíamos anteponer a las bazas de los letrados, aunque no hicimos nada de todo ello. Nuestro juego fue el que al equipo visitante más le interesaba. Durante un tiempo considerable parecíamos sus aliados, sus clientes.
La diferencia desfavorable al descanso, escandalosa, 24 puntos. Aunque debido a un error del anotador al apuntar una canasta, el acta refleja unos erróneos 26 puntos de renta de la abogacía.
Tras el descanso sobre todo, unos jugadores de los menos habituales ayudan a aumentar la intensidad, a demostrar que antes se podía haber pleiteado mucho más frente a estos colegiados, entre los que se encontraba Iñigo..
Desde el banquillo o desde la cancha, la caraja que soportamos en la primera mitad nos pasó factura. En esos cuartos realmente perdimos el juicio.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Los huevos fritos del Vivero

Parque Bilbao 58  Independiente 55
Tras el partido, tras la primera victoria del equipo de 1ª, apetecía celebrarlo en comandita. Así que, aprovechando que Manu tenía en casa unas hamburguesas por preparar, nos fuimos al Vivero, donde unidos a unas morcillas,  huevos fritos y otras viandas varias, nos dispusimos a pasar la tarde, a despotricar contra cualquiera, como buenas marujas, y también, dicho sea de paso, a alabar a..., supongo que alguien también resultaría alabado.
La tarde transcurre apaciblemente, aunque no se cuenta en esta ocasión, tampoco esta vez, el chiste de Supertomate.



Victoria desde la defensa

Parque Bilbao 58  Independiente 55
Partido que habíamos aplazado de la primera jornada, por todos los reconocimientos médicos que teníamos pendientes. No sé si nos viene mejor o peor jugarlo en esta fecha, aunque ellos también tienen bajas por lo visto.
Se me antoja que tenemos opciones de triunfo, aunque no tengo idea de lo que va a plantearnos este equipo entrenado por Txus. Volvemos a encontrarnos en una cancha, espero que volvamos a ganar esta vez.
La defensa contraria nos sorprende. Gran atasco en ataque, parcial de 0-13 a los cinco minutos. Entonces, mentalmente me pasan por la cabeza dos estados: uno, derrotismo, esto tiene muy mala pinta, nos van a dar una paliza inesperada, Txus me dejará en evidencia, y nos iremos a casa con la sensación de que hemos madrugado para nada; dos, paciencia, pese a todo sólo perdemos de 13, podemos ganar. Elijo el segundo estado. Además, me creo que será así.
Y lo es. Con la ayuda desde el banquillo de Asier, recomponemos el ataque, lo hacemos más práctico y fluido. Con la ayuda de algunos jugadores de los que en la tele llaman de la segunda unidad, subimos la intensidad defensiva. Con eso y el reparto de los puntos entre varios jugadores, conseguimos ponernos por delante.
Un parcial final de Independiente empata el partido a un minuto para acabar. Entonces, una última posesión nos facilita un triple salvador que nos da una merecida victoria, quizá algo inesperada según comenzó todo.

Amigos para siempre

lunes, 10 de octubre de 2011

La Benedicta, volver para ganar (3)

Salleko Medinar Norte 39  Parque Bilbao 69
Nos vamos del pabellón. Satisfacción por la victoria. Aunque quizá sea porque esta vez, a diferencia de la temporada anterior, sabía que íbamos a ganar, no la acojo con igual ilusión.
De cualquier manera, es el justo premio a los entrenamientos de estas últimas semanas, y un buen incentivo para los nuevos jugadores que han llegado. Comenzar ganando es un motivo de alegría, y hacerlo de nuevo en La Benedicta, aún lo es más.
Dejamos atrás, al fondo, el puente colgante; ni tan siquiera me doy la vuelta para echarle un vistazo. Mis recuerdos siguen hibernando. Los jugadores llegan a la escultura, y al poema de Blas de Otero. Algunos lo leen. Vuelvo a recordarlo, dice así:

Si he perdido la vida, el tiempo,
todo lo que tiré, como un anillo al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre,
todo lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.




Hold my hand 

La Benedicta, volver para ganar (2)

Salleko Medinar Norte 39  Parque Bilbao 69
El partido resulta igualado, más quizá de lo que esperaba. Durante el tercer cuarto, la defensa del equipo local resulta satisfactoria para nuestros intereses. Aún así la mantienen. Conseguimos una renta cada vez más cómoda.
Hay jugadores que se encuentran en estado de gracia en ataque, y otros que también realizan un gran trabajo defensivo. Con esto, entramos en los tres últimos minutos de partido con una sustancial diferencia, suficiente en apariencia para ganar. Entonces se produce una acción, o más bien acciones de falta del equipo local, que desembocan en una falta antideportiva y cierto enfrentamiento con el entrenador contrario. Desde ahí hasta el final del partido, un parcial de 4-22 nos dará la máxima diferencia, 30 puntos, en una victoria bastante más que merecida.


La Benedicta, volver para ganar (1)

Salleko Medinar Norte 39  Parque Bilbao 69
Volvemos a La Benedicta. No ha pasado mucho desde la última ocasión. Como si alguien quisiera que recordase una y otra vez tiempos pasados, tiempos mejores. Como si alguien pretendiera avivar de nuevo la nostalgia. Otra vez tenemos partido en este pabellón, una vez más la plaza del Kasko y la tienda de palmeras, el paseo junto a la ría, la calurosa entrada del recinto deportivo, la gente de Salleko, el vistazo a las gradas... Rememorar veranos en Sestao.
Mas en esta ocasión algo ha cambiado. Las remembranzas de esa época, de esas finales, no se manifiestan. No pienso en la tradicional palmera, ni en la canción-mantra de Manu Chao, ni casi presto atención a la imagen del puente colgante al fondo. Puede ser que el tiempo ya esté comenzando a enterrar los recuerdos de aquel último torneo, o simplemente que éstos estén hibernando hasta que llegue el momento en que los pueda asimilar. En cualquier caso, entramos en el pabellón, vamos al campo, comenzamos a calentar, a jugar. Noto cierta indiferencia, como si aquel fuera un campo cualquiera, otro más de los varios que visitaremos esta temporada.


domingo, 9 de octubre de 2011

Manu, mucho más que un buen jugador

"El debut de Manu y la marrullería de Freire.
Partido aplazado en su momento, a consecuencia de las bajas producidas tras el enfrentamiento contra Garamendi.
Mal partido en cuanto a juego, pero peor aún en cuanto a arbitraje. Los árbitros se "lucieron" (sobre todo Gudiño), permitiendo la excesiva  dureza del juego del equipo contrario, y sin embargo señalando 4 técnicas y la descalificante a Mikel, por poca cosa.
En este partido debuta Manu Vizán, y F.J. Gavilán anuncia su posible dimisión (¡la primera de ellas!)".

Esta breve crónica es del partido contra Freire Santutxu del 23 de diciembre del 2000. Ese día Manu jugaba su primer encuentro en el club. Vaya marrón debutar contra ese equipo.
Asier lo reclutó para 'regresar' al baloncesto de competición. La época del Instituto Central había quedado atrás ya hacía unos años. Ahora tocaba ver, 'descubrir' para algunos, a un jugador de equipo, a un todoterreno que también hacía buenos números, a uno de 'los más listos de la clase'.
Lo que en un primer momento se me antojó una suerte pasajera, el contar con este jugador en el club, suponiendo que sería por poco tiempo, una temporada quizá; se convirtió en algo duradero, con otra, y otra temporada más. Y así hasta el día de hoy, en que ya cumple su decimosegunda temporada.
En estos años nos hemos acostumbrado a ver, efectivamente, a un jugador de equipo, a un jugador de partidos excelsos, a un pívot luchador y hábil, a un alero con cada vez mejor tiro de fuera, a un listo defensor, a un cada vez más y mejor entrenador... Y también a una persona de club, comprometida, currante, tesorero, directivo...
Y también, y sobre todo, a una buena persona. Hemos estado en su boda, hemos compartido charlas y opiniones con Yolanda y Ángel, nuestro infatigable fan, quien nos ha mostrado sus sinceras opiniones en críticas o halagos. Hemos cantado el Caben Litros, o simplemente, nos los hemos bebido, hemos vivido un décimo aniversario.
Durante doce temporadas Manuel Vizán nos ha ofrecido mucho más que buenos partidos, mucho más que unas cualidades baloncestísticas bien exprimidas gracias a su inteligencia jugando.
Hoy cumple 300 partidos. Y aunque cualquier homenaje se quedará seguramente corto, he creído interesante recordar tres momentos, con sendas fotografías. Momentos que algunos tuvimos la inmensa suerte de compartir con él. Son 'la victoria del siglo', el partido que ganamos a Siglo XXI, prácticamente en su cumpleaños; nuestra particular despedida de soltero, y un día muy especial para él y Yolanda. 




Esperanzador inicio

Zamudio Basket 81  Parque Bilbao 71
Hoy es el primer partido de la temporada. Yo no tendría que estar aquí, al menos como entrenador. Se ha decidido, alguien lo ha hecho, he sido yo quizá, que es mejor tener nuevo míster. Mas no lo hay, todavía no. Mientras, me toca otra vez. Una vez más, solo que ahora más viejo, más ciego, más oxidado... En fin, a ver lo que ocurre en el primer partido. No lo veo claro. De hecho, no lo veo. ¿Por qué voy a ser de nuevo el entrenador?
Hoy me toca tomar decisiones que sé que no van a gustar. En la reunión de esta semana he sentado unas bases. Hay que cumplirlas. Ser entrenador es un coñazo. ¿La gente pensará que tiene ventajas? Si al menos fuera un equipo femenino...
Hay gente nueva, al menos correremos, al menos habrá otra intensidad defensiva. Lo que no tengo tan claro es si el ataque tendrá sentido. Están calentando los jugadores, a mí me está calentando el calor del pabellón, y la actitud del equipo local. No nos dan agua. Miento, sí nos dan, nos ponen un botellín en una banda. Será por ahorrar agua, o por no gastar en botellas. Tampoco se molestan en ponernos los banquillos junto al campo, dejándolos frente a una pared. Será para ahorrar energías. Si es por ahorrar, yo ahorro en saludos.

Comienza el partido, tres minutos y vamos igualados; minuto 6 y Zamudio ya gana por 9. Parece que se repetirá la historia de nuestro último partido contra este equipo. Sin embargo, no es así. Siempre estamos por detrás pero damos una muy distinta imagen. Jugamos mejor, atacamos mejor, defendemos..., bueno, de vez en cuando defendemos. Diferentes y concretos errores nos hacen perder un partido en el que al menos competimos hasta el final. Algo ha cambiado, aunque no es el entrenador. Esperanzador inicio.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Los dos equipos adelante

Son casi las siete de la tarde, va a comenzar el entrenamiento y estamos charlando sobre los dos equipos del club. Parece de sentido común que sólo compita uno, dado que no hay gente suficiente para dos. La siguiente decisión a tomar, que de momento prefiero retrasar es si el equipo jugará en 1ª o en 2ª. Estoy hablando con Emi sobre estos asuntos cuando de pronto aparecen David y los dos Mikel. Tres más, a los que se unen minutos después Asier y Andoni.
Aunque estos dos últimos no juegan de momento en el equipo, la llegada de los anteriores tres, unida a Álvaro y Juanma, que vendrán en los días siguientes posibilita que también esta temporada compitamos con dos equipos, y de paso nos evita tomar la decisión de en qué categoría lo haremos.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Unai se va

Hay dudas a estas alturas. Quedan pocos días para comenzar la competición en 1ª y no sabemos aún si habrá uno o dos equipos. No tenemos jugadores más que para un único equipo. En ese caso, ¿jugaremos en 1ª o en 2ª? Más dudas.
Hoy para colmo tenemos otra baja. Unai ha decidido irse a jugar con unos amigos a Mungialde. Quedamos cada vez menos. Eso sí, no andamos carentes de dudas. 

sábado, 10 de septiembre de 2011

Hasta pronto amigo

Hoy jugamos nuestro primer amistoso de pretemporada. Más que el año pasado, en que no jugamos ninguno. Es un avance. Y lo hacemos contra un equipo de bastante nivel, Leioa Berri, el cual ascendió la temporada anterior a categoría autonómica, aunque renunció al ascenso. Por tanto, las expectativas de victoria se me antojan casi nulas. Habrá que ver si al menos somos capaces de competir.
Además, y sobre todo, hoy es un día de despedida. Es un día triste. Esta semana Iñigo me comunicó que no seguía en el equipo. La noticia, aunque ya esperada, fue un 'palo' considerable. Entiendo sus razones, mas hoy es un día especialmente triste.

Juega con nosotros, desde el comienzo del partido. No estamos brillantes pero tampoco va tan mal el encuentro. Al descanso perdemos por un escaso margen de diferencia. El tercer cuarto resulta un absoluto desastre, es el comienzo de la paliza que recibimos finalmente: más de treinta puntos de diferencia. Y eso que al equipo local le falta gente importante.
El partido ha acabado, la derrota en el marcador es lo de menos; la verdadera derrota es la que supone no contar ya con alguien que nos ha ayudado tanto deportiva y extradeportivamente en el club. La calidad de Iñigo (varios mvp), su implicación y ayuda en la cohesión del grupo son factores muy de agradecer en estos últimos años.
Hubo alguien que dijo que Iñigo era mejor persona incluso que jugador. Y eso es decir mucho. Se te echará de menos. Suerte, amigo. Hasta pronto.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Comenzamos

Comienza la pretemporada. Al menos oficialmente, puesto que algunos ya han ido a correr durante el verano, o han estado jugando a basket en las canastas de 'Euskalduna'.
No me sorprendo en demasía cuando veo que sólo cuatro se dan cita en el parque de doña Casilda. Asier, Manu, Ibon y Jose darán unas vueltas por allí. Es la primera toma de contacto del equipo tras el verano, aunque algunos aún tardarán en llegar. Lo sé, pero esta vez hay algo diferente respecto a las últimas temporadas. Cambia el que esta pretemporada estaré con el equipo, así que sabré los que harán la pretemporada y los que no.
Tres de ellos ya sé que no la harán. Han causado baja Carlos, Asier y Gontzal, por diferentes motivos. Importantes todos, se les echará en falta.

martes, 16 de agosto de 2011

El viaje de las mil y una experiencias

Hace dieciséis días que llegamos a Amman. Entonces, en aquel aeropuerto donde hicimos escala, tuvimos que ir muy deprisa para poder embarcar en el avión a Beirut, que era nuestro primer destino. Ahora hemos regresado para volver a casa. A nuestra otra casa, puesto que aquí hemos tenido una, o varias incluso, tan acogedoras que me han hecho sentirme como en la mía propia.
Hace poco más de dos semanas veía por primera vez rótulos escritos en árabe. En estos días he tenido tiempo para ver unos cuantos. También para ver pancartas amarillas y verdes que nos han llamado la atención, o garitas con soldados en plena carretera, o un barrio de refugiados palestinos, o edificios construídos en la roca, o comidas que no había oído mencionar antes, o llamadas a la oración pasadas las cuatro de la madrugada... En cualquiera de estos días de vacaciones, he vivido tantas o más experiencias que en meses en Bilbao; y no ha sido sólo uno, sino dieciséis.

Volvemos a este aeropuerto. En la casa nos hemos despedido de Ahmad, ahora lo hacemos de Halil. Volaremos durante algunas horas hasta Madrid, recibiremos de nuevo una comida ligera, trataremos de distraernos con el aparato multimedia que porta cada asiento, tomaremos tierra en Barajas, donde nos separaremos de Carlos, quien tomará otro avión para ir a Barcelona, a prolongar algo más sus vacaciones. Álvaro, Mariví y yo iremos en el coche de un amigo de Walid, quien nos llevará a la estación de autobuses. Y allí cogeremos un autobús de regreso a Bilbao. Será un autocar supra, ésta vez sí, con sandwiches, con bebidas, con azafata. Y a la salida de Madrid veremos cómo esta ciudad está preparando la visita del Papa en los próximos días.
Llegaremos a Bilbao, y notaré un cierto vacío. El que crea la mirada de la realidad.


Despegamos del aeropuerto de Amman. Han sido algo más de dos semanas de muchísimas cosas que contar. Tanto es así que este blog ha resultado especialmente extenso. La sorpresa que cada día nos tenía reservada, la camaradería de mis compañeros de viaje, de Álvaro, Mariví, Carlos, de Ahmad, su padre, sus hijos, Walid y toda su familia. Toda la gente que hemos conocido, todo lo que hemos visto, lo que hemos sentido. Ha merecido mucho la pena este viaje.
Shukran. Halas

lunes, 15 de agosto de 2011

Los donuts de Mariví

De camino a casa, paramos. Así, de pronto. Ahmad se baja del coche y entra en un supermercado. Al parecer va a comprar algo para Halil. No entiendo la urgencia de tal compra, mas no tiene mayor importancia.
Al poco, nuestro amigo regresa. Entre lo comprado, saca una caja. ¡Son donuts!

Tras un montón de días mostrándonos Mariví su deseo de comerse un dunkin-donut, o unos cuantos (la primera vez fue ya en Líbano), y tras tantas bromas al respecto por nuestra parte, el último día Ahmad decide por fin cumplir su deseo. Le había comprado una caja, que fueran o no dunkin, era de donuts, o al menos parte de ellos, puesto que algunos no tenían ni forma redonda, ni agujero en el centro.
En cualquier caso, ahí estábamos nosotros, en el hall de la casa, cumpliendo un deseo que se había convertido en una coletilla, al igual que lo fue el "¡y nos forramos!", que también puso de moda nuestra amiga.
La encargada de repartir los donuts, como no podría ser de otra manera, fue ella. Bajo las estrellas de Amman pasamos nuestra última noche en aquella casa, comiendo donuts, por fin.



Balance de un viaje inolvidable

La cuñada de Ahmad nos ha invitado a cenar en su casa, con su familia. Según entramos nos encontramos un salón espléndido, y contiguo a él, el comedor engalanado con una decoración de buen gusto y toque señorial. Y sobre la mesa pronto empezaremos a ver gran cantidad de platos, cuyos sabores deleitaran nuestros paladares.
En el último día de las vacaciones, en nuestra última cena en aquellos países, tras haber probado toda clase de manjares, tras haber sido honrados con la hospitalidad árabe, tras haber vivido ya esta situación varias veces, aún sigo maravillándome de todo esto. Sin duda echaré de menos todas estas experiencias culinarias.

Tras la comida, los postres, el té, y más postres, nos vamos a dar un paseo por la bulliciosa parte antigua de Amman. Tras la cena, las calles vuelven a recobrar una especial vida. Vemos escaparates, Ahmad y Mariví hacen algunas compras, Carlos bebe en una zumería, y Ahmad me pregunta qué me han parecido estas dos últimas semanas.
Es difícil explicar lo que siento, mientras aún soy parte de este viaje. Supongo que pasado algún tiempo podré hacerlo con mayor profundidad, y dejaré entrever más énfasis en la añoranza. No obstante, le transmito a nuestro amigo, o trato de hacerlo al menos, mi agradecimiento por haber podido vivir tantas experiencias, por haber compartido con nosotros la espiritualidad de esta fiesta musulmana, además de sitios turísticamente muy recomendables. Vine a este viaje sin apenas pretensiones, y me voy recibiendo  muchísimo.

Las tortugas y los pasteles

De vuelta a Amman llamaron nuestra atencion varias casas de cierto lujo, en contraste con unos asentamientos de beduinos. Y al llegar a la casa, concitaron nuestra atención, sobre todo a Mariví, como ocurría casi todos los días, los otros huéspedes de la casa. Porque además de los peluches de las habitaciones, y de nosotros mismos, unas tortugas se paseaban alegremente junto al huerto de la casa. Y aunque se mostraban insociables, Mariví ya se encargaba de sacarlas de su escondite, y obligarlas a entablar relaciones sociales.


Tras comer (no a las tortugas precisamente), salimos a dar una vuelta por los alrededores de la ciudad, y en concreto a comprar a unos grandes almacenes que el día anterior habíamos localizado. Nos compramos unos trapitos, a un precio considerablemente barato, y nos fuimos de vuelta a casa. Por el camino hice mi última compra de pasteles para llevar a Bilbao, en la pastelería de un señor checheno que elaboraba unos pasteles de higo, especialidad de su tierra.

Aguas calientes

Comenzábamos este último día completo en Jordania, con el transporte de nuestras maletas. Dado que nuestro avión partía desde Amman, que era una escala del trayecto Beirut-Madrid, y para evitarnos problemas con la facturación del equipaje, Ahmad decidió llevarlo a una oficina de la compañía aérea, para facturar con un día de adelanto. Me resultó curioso, aunque todo lo que fuera por seguridad y comodidad, bien estaba.
Cuando nos hubimos desprendido del equipaje, nos dirigimos hacia un destino que Ahmad omitió revelarnos, aunque sí nos había dicho que lleváramos bañador. En el trayecto, pasamos cerca del mar Muerto de nuevo y de la playa donde unos calcetines y la sal jugaron un papel protagonista. Nos pusieron una multa por exceso de velocidad. Y también circulamos por unas carreteras situadas en una orografía un tanto difícil. Pero al final llegamos.

La sorpresa que Ahmad nos tenía preparada era un centro de aguas termales, famoso por encontrarse en uno de los puntos más bajos del planeta (a 220 metros bajo el nivel del mar).
La primera piscina no tuvo demasiado éxito entre nosotros, básicamente debido a su elevada temperatura. En la segunda sí que disfrutamos. Allí algunos nos lo pasamos como enanos.
Fue una experiencia más en este viaje que ya llegaba a su fin.


domingo, 14 de agosto de 2011

La cálida noche jordana

Tras abandonar un lugar tan atractivo como es esta Ciudadela, nos vamos a cenar. Para ello, el cuñado de Ahmad nos lleva a un restaurante de comida rápida, donde degustamos un buen surtido de bocadillos, a cada cual más estupendo. Aunque lo verdaderamente destacado en este local, por lo que nos ha traído hasta aquí, son sus zumos. Con una selección tan variada nos resulta difícil elegir. No obstante, él nos aconseja un sabor en concreto. Le hacemos caso y bebemos un auténtico elixir celestial.
En aquella terraza sentado, comiendo unos bocadillos que a mí se me antojaban platos de alta cocina, y un zumo como pocas veces probaré; contemplando el bullicio de la gente, de una muchedumbre entusiasmada con el partido de fútbol Madrid-Barça de la supercopa, que aquí parece vivirse incluso con más intensidad que en España; sintiendo la cálida hospitalidad de la noche jordana, charlando con unos amigos... En aquella terraza sentado, no me acordé ni por un momento que esa misma mañana habíamos intentado entrar en Israel. Seguiría disfrutando de Jordania un día más, y me alegraba de ello.

El templo de Hércules

Continuamos nuestro paseo por la Ciudadela. Hay un concierto de música ligera árabe, y en concreto libanesa, según nos aclara Ahmad con indisimulado orgullo.
Terminamos muy a mi pesar el paseo por un recinto que ha estimulado plenamente mis sentidos. Aunque aún nos queda algo más que ver...
No sé cómo ni por qué, pero de pronto me encuentro con que una señora, que resulta ser la directora de las excavaciones de las ruinas romanas que vemos al fondo, posibilita que se nos permita el acceso a dicha zona de la Ciudadela, en ese momento cerrada al público. Y no solamente nos permite la entrada, sino que además es nuestra guía. Vaya suerte que tenemos; una vez más.
Damos un paseo por allí, mientras la directora nos va explicando en inglés lo que estamos viendo. Al poco tiempo de habernos despedido de esta señora, volvemos a entrar, en esta ocasión cuando abren las puertas al público en general. Y con los turistas entra una pequeña horda de romanos (de empleados vestidos de tal guisa), que ambientan un poco el lugar.


Luces seductoras

La Ciudadela ocupa una considerable extensión amurallada, donde encontramos una especie de mercado, y unas importantes ruinas romanas al fondo. En cuanto entramos en aquel recinto me quedo magnetizado por tan bello paisaje de luces y aromas.
Damos una vuelta viendo los diferentes puestos de artesanía, y me siento tentado de adquirir bastante más de lo que compro. En nuestro paseo nos acompaña el cuñado de Ahmad, quien nos hace de guía. De cuando en cuando nos acercamos a la zona amurallada, desde la cual se nos ofrecen unas gozosas estampas de la ciudad. El teatro iluminado, las luces verdes de las mezquitas anunciando la oración... Me siento cautivado por esta panorámica, querría permanecer aquí durante toda la noche.


A la Ciudadela en chevrolet

Al llegar a la frontera jordana, y explicar a los aduaneros lo sucedido, sugieren que el hecho de que hayamos estado anteriormente en Siria puede haber sido el motivo para el comportamiento tan estúpido de los funcionarios de allenby. En cualquier caso hemos vivido una experiencia más en este viaje; negativa, pero experiencia al fin y al cabo.
Ahmad ha llamado a Halil, quien viene a llevarnos a la casa de Amman de nuevo. Aquí permaneceremos unas horas, comiendo, intercambiando impresiones sobre lo acontecido, descansando, y después, aprovechando el tiempo para hacer un nuevo escarceo por la ciudad, y para visitar un supermercado, el cual se asemeja a los que estamos habituados en occidente. Únicamente cambian los diferentes productos que en Amman se pueden encontrar, el idioma en el que aparecen los rótulos, los precios, y que aquí cierran antes en época de Ramadan, para que la gente se vaya a romper el ayuno. Por lo demás, todo es igual.

Por la noche nos vamos a ver algo que teníamos pendiente, la Ciudadela. Dos días antes, cuando pasamos por la tarde, se encontraba cerrada, pero en esta ocasión confirmo que merecía la pena volver aquí.
Tras el pago de los tickets, entramos. Nos ha traído el hermano de Mariana (la cuñada de Ahmad) en su flamante chevrolet. Un modelo antiguo que rápidamente nos embelesa, sobre todo a Mariví. Este coche, este paseo que estamos a punto de iniciar por la Ciudadela... Me doy cuenta de que en este maravilloso viaje por tierras árabes no dejo de sorprenderme.

La sorpresa de Mariví (5). Hospitalidad israelí

Resultaba muy irritante tanta espera para sellar unos pasaportes. Ya habíamos ido a hablar con algunos funcionarios, para recordarles que aún seguíamos allí esperando. La última vez nos dijeron que esperásemos cinco minutos. Desde entonces había transcurrido más de una hora...
Entre nosotros comentamos la opción de ir a reclamar los pasaportes..., para volver de nuevo a Jordania. Estuvimos un rato debatiendo sobre esa posibilidad, que cada vez cobraba más sentido. Me preocupaba que esto pudiera ser motivo de división entre nosotros. Además, me resistía a renunciar a este viaje, aunque mi sentido común me decía que era lo más aconsejable dada la situación.
Mientras seguía meditando estas cuestiones, Ahmad decidió que él no continuaría el viaje, aunque nos dieran los pasaportes y nos permitieran ir a Israel. En ese momento se me disipó cualquier duda, y estuve de acuerdo en volver por donde habíamos venido. Si no íbamos a seguir todos, era mejor regresar.
Nos dirigimos a un empleado de la oficina donde todavía estaban nuestros pasaportes, y se los pedimos, para marcharnos de allí. Él, al igual que otros funcionarios nos hicieron partícipes de su extrañeza ante esta petición. Y nosotros les hicimos partícipes de nuestro descontento, aunque sin duda de una forma educada; quizá demasiado educada.
Nos comentaron entonces que si queríamos los podían sellar de inmediato, lo que nos pareció simplemente un insulto. Tras varias horas de absoluto desinterés y falta de consideración, nos preguntaban si queríamos que hicieran su trabajo en tan sólo un momento. Evidentemente les contestamos con una negativa. Sobre todo pensando en ellos, en que no se estresaran con ese gesto.

Aun pasó algún rato antes de que nos devolvieran los pasaportes. Les obsequiamos con un 'thank you very much', que seguramente no entendieron, cuando nos marchamos de aquel frío edificio de allenby. Volvimos a la zona de entrada, donde el autobús nos dejó al venir. Más muestras de extrañeza entre los empleados israelíes de la entrada cuando se enteran de que volvemos por propia voluntad. En esos rostros sorprendidos trato de buscar algún indicio de inteligencia, mas sólo encuentro razones para seguir dudando de la bondad del estado de Israel.
Nos devuelven los pasaportes al fin. Curiosamente habían sellado dos, el de Mariví y el de Carlos. Los demás, no. Otra situación absurda que no pudimos entender.
Nos subimos al autobús que nos trasladará de vuelta a la aduana jordana. Somos los únicos pasajeros. Los demás aún seguirán tratando de entrar en Israel, y lo harán con resignada paciencia, mientras ven a un funcionario comiendo patatas fritas, a otros navegando en internet, o yendo a hacer compras, o a otro llamando a gritos a algún Mohamed...
Hemos estado en Allenby, la puerta a un hospitalario Israel.

La sorpresa de Mariví (4). Neuronas atrofiadas

No sólo nos ha tocado esperar, que bastante es. Además, Álvaro y Ahmad son interrogados en algún otro lugar del hall. Los empleados que lo hacen, por separado a cada uno de ellos, les plantean todo tipo de preguntas de interés nacional, del tipo de cómo has conocido a tu amigo libanés, sabes dónde trabaja, qué hace en su tiempo libre, por qué vais con él, y una larga retahíla de preguntas de 'suma trascendencia', que tienen por objeto que cualquiera de ellos declare incluso haberse líado con Belén Esteban. Menos mal que Ahmad no confesó que durante unos años fue árbitro de baloncesto.
Tras responder estúpidas preguntas, dignas del estúpido funcionariado de allenby, nuestros amigos volvieron con nosotros a la sala de espera..., para seguir esperando.

Y también para continuar contemplando más situaciones surrealistas, que de no ser porque nos encontrábamos en una aduana nacional, hubiéramos creído que estaban preparados para algún programa televisivo de cámara oculta.
Con nosotros en la sala de espera se encontraban bastantes árabes esperando que les llamaran para acudir a alguna ventanilla. Daba igual su nacionalidad, condición física o edad; allí les tenían recluídos durante horas hasta que alguno de los funcionarios de una ventanilla, que representaba muy bien su papel de no hacer nada, les llamaba para sellar su entrada a Israel. Tras esto aún les quedaba al menos otro trámite: que en otro hall contiguo les registraran sus pertenencias. Lo cual, según pudo ver Álvaro en la visita a su 'interrogadora', hacían sin ningún pudor ni recato. A mí se me antojaba que el trato que allí se daba a los árabes era cuanto menos sonrojante. Claro que de unos insustanciales funcionarios no se podía esperar demasiado.
De hecho, ni tan siquiera el que dedicaran alguna neurona a pensar, o al menos era lo que se desprendía de su comportamiento cuando llamaban a algún árabe a una ventanilla. El funcionario desde su atril, o en ocasiones desde fuera de él, gritaba el nombre de la persona cuyo papeleo iba a ser tratado. Curiosamente se mostraba desconcertado cuando, tras gritar Ahmad o Mohamed, por ejemplo, veía como se levantaban varios de sus asientos. Sus neuronas tardaban en activarse y darse cuenta de que siendo árabes la mayoría, resultaría más práctico mencionar sus apellidos, no sus nombres.

Nuestros planes de ver Jerusalén se estaban desmoronando. Tan larga espera en la aduana resultaba un lastre con el que no contábamos. Sí que en nuestra organización para este viaje de dos días, habíamos previsto una cierta pérdida de tiempo en la aduana, mas no calculamos que durara más que una hora a lo sumo; desde luego nunca más de cuatro horas.
La idea original era llegar a Jerusalén, organizar sobre la marcha la visita a los lugares más emblemáticos, ir al alojamiento que el padre nos había reservado en Belén, madrugar y ver Belén durante la mañana, e iniciar viaje de regreso, puesto que debíamos estar en esta misma aduana antes de que la cerraran sobre las tres de la tarde aproximadamente (al parecer tenía horario de apertura y cierre como un comercio cualquiera). Es decir, un viaje express, donde teníamos el tiempo justo para ver lo que pudiéramos. Y eso sin contar con que en alguno de los diferentes barrios de Jerusalén no perdiéramos más tiempo en algún control israelí.
Así las cosas, nos restaban cada vez menos horas para un viaje de dos días, que además iba a resultar algo caro, sumando estancia en el hotel, desplazamientos varios y el visado para entrar en Israel, o más bien para salir de allí, que no era nada barato precisamente.

La sorpresa de Mariví (3). El frío allenby

Tras un rato de espera en el hall, toca irnos a una ventanilla para no árabes. Ahí un empleado nos da unos impresos para que los rellenemos, lógicamente en inglés. Nos da a todos menos a Carlos. Nos extraña, y cuando se los devolvemos cumplimentados al funcionario, Álvaro le pregunta si a Carlos no le tiene que dar otro formulario. Le contesta que no es necesario. Sin embargo un buen rato después nos preguntará otro funcionario por qué no ha entregado nuestro compañero la dichosa hoja.
Nos dicen que ya nos llamarán, así que nos sentamos en la sala de espera. Y nos dedicamos a observar, y a esperar.

La sala de espera de allenby pronto se convierte en el recinto de la desesperación. Nos da tiempo para observar bastantes cosas, sobre todo, la estupidez.
Continúa haciendo frío, a pesar de estar en pleno agosto. Se les ha pasado la mano con el aire acondicionado, y puede que ninguno de los funcionarios sea capaz de regularlo.
Hay funcionarios por todas partes, trabajadores vemos pocos. Sobre una alta silla una chica da papeles con un número para acceder a las diferentes ventanillas, o al menos a las de no árabes. Ya cogimos el nuestro y cumplimentamos la documentación requerida. Estamos a la espera de que nos llamen para darnos los pasaportes sellados, los cuales han trasladado a una oficina.
Vemos que cada cierto tiempo, no mucho, puede que menos de una hora, se marcha la persona que está sentada en la silla dando números, y otra le releva en tan cansina tarea.
También comprobamos que otra oficina tiene la puerta abierta, y que las personas que acceden a su interior están sentadas en un sofá, escribiendo algo en su móvil, o navegando por internet. Podría aseverar que no se les ve muy estresados precisamente.
Vemos así mismo, un par de mujeres marcharse, y al cabo de cierto rato volver con bolsas de la tienda. A otro funcionario comiendo patatas fritas... En suma, compruebo que el funcionariado de esta aduana de allenby se siente relajada. Esto me congratularía, si no fuera porque llevamos un tiempo considerable esperando a que pongan unos sellos para poder entrar en su país, y porque junto a nosotros una multitud de árabes están esperando lo mismo.

La sorpresa de Mariví (2). Las garrafas de agua

Madrugamos. Halil nos lleva hasta la frontera jordana. Allí nos despedimos de él hasta dentro de dos días. A partir de aquí comienza un viaje que me resulta totalmente desconocido. No sé que nos deparará desde este momento, y de hecho ni tan siquiera sé qué imaginarme. Ante tanta incertidumbre opto por no pensar, por dejarme llevar simplemente.
En la frontera, como ya es habitual, Ahmad se encarga de los papeleos. Además, toca pagar por salir del país. Mientras estamos inmersos en esta burocracia, nos encontramos con una pareja de españoles, que también va a Jerusalén. Ahmad les echa una mano y les aconseja sobre los procesos administrativos a seguir.
Subimos a un autobús. Parece que es el que nos llevará desde la aduana jordana a la aduana israelí. Es decir, que hay un buen tramo entre ambas. También hay que pagar por este trayecto en autobús.
El tiempo que tardamos en llegar se eterniza un tanto por los controles que hay durante el camino. Comenzamos a comprobar las medidas de seguridad existentes para entrar en Israel.

Por fin llegamos a la frontera israelí. Nada más llegar, comenzamos a percibir la imbecilidad de los aduaneros israelíes. Hay dos filas, una para los árabes y otra para los demás. Nos situamos en la segunda, que avanza más rápidamente, debido al menor número de gente, y también a las 'especiales' medidas de seguridad hacia los árabes. Los españoles que nos han acompañado en el autobús están con nosotros también en la cola de espera.
Me llama la atención este trato hacia los árabes, y por un momento me resulta un tanto racista. También me choca la cantidad de garrafas, aparentemente de agua, que bastantes personas llevan consigo. Como me aclararán mis camaradas después, se trata de agua de La Meca.

Entramos en el edificio aduanero de allenby. Se han pasado tres pueblos con el aire acondicionado, ahí hace un frío que pela.
Pasamos por el primer detector de metales. Superado el cual a Carlos le hacen algunas preguntas. Ya empezamos. En esta zona de la aduana, junto a los servicios, estamos unos minutos, hasta que nos dan el ok para que pasemos a un hall, que tendremos el infortunio de aprendernos de memoria. Aquí nos despedimos de los españoles que nos han acompañado durante este rato.
Ahmad viene con nosotros en esta visita a Jerusalén. Para él entrar en Israel no es tan sencillo. Si le sellan el pasaporte ya no podrá volver a entrar en Líbano, así que me siento algo inquieto. Si no le dan la opción de adjuntarle el sello en una hoja aparte, nuestro amigo no vendrá con nosotros. Me siento preocupado porque nos dividamos ahora.

sábado, 13 de agosto de 2011

La sorpresa de Mariví (1)

Ya tenemos el alojamiento reservado para los dos próximos días. Mis camaradas estuvieron hablando con el sacerdote que nos ha ayudado a organizar el viaje. Así que todo parece estar preparado..., o no. Pero mejor comenzaré desde el principio...

Estando en Beirut, Walid nos revela una sorpresa que le había preparado a Mariví. Sólo él y Álvaro sabían de qué se trataba. Nos la cuenta en la casa de la montaña, y nos quedamos poco menos, o poco más que estupefactos. La sorpresa consiste en un cambio de planes respecto al itinerario programado, para pasar los dos últimos días del viaje en Jerusalén (los dos últimos del viaje de Álvaro y Mariví, puesto que Carlos y yo teníamos comprado el billete de vuelta para dos días antes).
Carlos y yo tenemos marcada en los rostros la efigie de la envidia, y finalmente mostramos públicamente nuestros deseos de acompañar a Mariví y Álvaro en tan fascinante viaje. Transmitidos éstos, quedamos a expensas de si Walid puede cambiar la fecha del vuelo de vuelta. Cruzamos los dedos.
Tras un período de varios días de suspense, nos confirma que sí es posible cambiar la fecha, y de hecho nos la cambia. Así que todos volveremos juntos, el día 16, tras un breve y seguramente muy intenso tiempo en Jerusalén. Y desde luego, intenso sí que fue, pero de otra manera...

Así que tras hacerle mis camaradas una visita al citado sacerdote, y tras un rato buscando en internet unos planos de las ciudades que visitaremos, llegan a casa.  Mañana vamos a visitar Jerusalén, y lo que es más importante para mí, también Belén. Allí nos alojaremos las próximas dos noches.
Nos vamos a dormir, que toca madrugar para iniciar nuestra parte final de este viaje inolvidable. En el silencio nocturno de la habitación mi corazón percibe el inconfundible sonido de la exaltación. No sé si nos dará tiempo a mucho, pero cuanto menos mañana voy a estar en Belén. Con estos pensamientos, la ilusión se duerme...

El dulce de Halil

El viaje de regreso a Amman se me hace un tanto pesado. Llegamos pasadas las siete de la tarde. En seguida la cena, y un rato después vamos a la parte antigua de Amman con Walid y Halil.
Volvemos a comprobar, esta vez en Jordania, la gran vida nocturna que se desarrolla tras la rotura del ayuno. Los comercios en plena ebullición, las calles atiborradas de gente, la temperatura agradable; da gusto pasear por la parte antigua.
Halil nos guía a un local donde venden unos dulces alucinantes. Nos los tomamos allí mismo, en la calle, sentados en unas cajas. Nos cuenta cuál es la composición de estas maravillas. No lo recuerdo pero no me importa, están de vicio, es de lo más sabroso que probamos en nuestra estancia en Jordania.
Regresamos a casa, al día siguiente nos espera una gran aventura, aunque muy a nuestro pesar se acabará convirtiendo en una desagradable experiencia.

El tortuoso regreso

Habíamos llegado al punto más alto de Petra. Habíamos caminado durante horas. Y ahora lo que tocaba no era descansar, sino iniciar el camino de regreso. Y éste no habría de ser especialmente agradable para mí, y mucho menos para Ahmad.
El trayecto de vuelta al autobús era exactamente el mismo que en la ida, así que no había monumentos nuevos que descubrir.. Además, estábamos cansados, y en mi caso el sol me estaba golpeando ya la cabeza. Aunque Ahmad aún lo tenía peor, bastante peor.
En el camino de vuelta, Álvaro y Mariví fueron delante; pronto nos sacaron cierta ventaja. Ahmad se encontraba en época de Ramadan, hacía un calor como para derretirnos, y para colmo la caminata había sido intensa. Así que tampoco estaba para muchos trotes.
Llegamos a la explanada de arena donde se encontraba el monasterio. Allí paramos en el bar. Ahmad para orar, en una carpa preparada al efecto, y Carlos y yo para comprar una botella de agua. Aunque mi bolsillo me decía que tres euros por una botella de agua de litro y medio es un timo, mi cabeza, aproximándose a la insolación, concluyó que merecía la pena pagar lo que fuera a cambio de esa botella. El litro y medio se esfumó antes de llegar abajo.


Hicimos más compras en el camino. En unos tenderetes, a unas beduinas les compramos unas pulseras, un collar y un curioso y bonito juguete.
Cuando terminamos de bajar peldaños nos encontramos con el siq exterior de nuevo, que nos llevaría un rato desandar. De nuevo las ruinas romanas, las tumbas reales, el teatro, y el Tesoro (Khazneh). Una foto con él de fondo, y nos adentramos en el cañon otra vez, en el siq.
Nuestra marcha era más ligera que en la ida, así que no nos detuvimos en admirar el paisaje de rocas coloreadas. Ni lo hicimos con los demás monumentos fúnebres que salpicaban el sendero posterior al siq; así que fue un acierto sacar fotografías en el trayecto de ida.
Dejamos atrás uno de los lugares más emblemáticos de la antigüedad, y de los más admirados actualmente. Había merecido la pena visitar la capital de los nabateos.

El monasterio y los sacrificios

Y al final llegamos. El monasterio, Ed-Deir, estaba ahí, impresionante, impertérrito ante nuestra mayúscula admiración. No desmerecía en nada a Khazneh; al contrario, me pareció un edificio más fastuoso que el conocido de Indiana Jones. Desde luego había merecido la pena subir hasta ahí.


Se encontraba junto a una inmensa explanada, en la que también tenía cabida un bar-restaurante. Aunque no paramos ahí, si no que continuamos nuestra expedición.
Tras subir hasta allí, tras haber cumplido la misión que nos habíamos encomendado, y el consejo de Walid, esto es, no pararnos antes en otros lugares, vinieron a mí ciertas reflexiones. A saber, era ya suficientemente tarde y ya nos encontrábamos bastante cansados, como para pensar en ver mucho más de lo que habíamos ya visto. Parecía claro que para visitar todo Petra se necesitaban varios días. Y no disponíamos de ellos.
No obstante, continuamos andando. Y lo hicimos por un camino que conducía al altar de los sacrificios, como varios rudimentarios carteles se encargaron de señalarnos. Me resultaba un destino macabro, aunque quizá por el morbo de ver el lugar seguí adelante. Hasta que me quedé a tan sólo unos escalones de contemplar las impresionantes vistas  que desde allí se divisaban.
Álvaro y Mariví sí subieron. Mientras tanto, me quedé junto a un burro, imaginando aquella época, en la cual la gente era lanzada desde allí arriba al vacío, a saber por qué causa.


La subida al monasterio

En seguida nos topamos con un conjunto de ruinas romanas, que atestiguan que también ellos estuvieron allí. Dejándolas atrás llegamos a un oasis, esto es, un espacio recreativo con árboles, y sobre todo con un restaurante y unos servicios. En este entorno fue donde nos ofrecieron por vez primera el alquiler de un burro para la ascensión al monasterio. Lo rechazamos, al igual que los ofrecimientos posteriores; quizá debido a que nos pareció que no tenía ningún mérito subir montado en un burro. Error. Había que tener mucho valor para subir en uno, y sobre todo, para descender en uno de estos animalitos. Lo comprobamos al ver la bajada de un hombre que a duras penas mantenía el equilibrio. Al menos su compañera se lo estaba pasando en grande, divirtiéndose de lo lindo en el burro posterior que montaba.
Quizá fuera porque esperaba divisar el monasterio antes, mucho antes, o no recuerdo por qué otra razón, el caso es que la subida se me hizo larga. Porque si hasta entonces el trayecto había resultado liviano, por mor de nuestra curiosidad, que no del sol, la subida ya no lo iba a ser tanto. Escalones, cientos de ellos, creados en la misma roca que no parecían acabar.



Durante la subida, a pesar del calor, de vez en cuando mi cabeza obtenía la suficiente lucidez para sorprenderse con aquel bello paisaje desértico, con arenisca de diferentes colores, piedras con curiosas formas, e incluso beduinos vendiendo productos diversos en tiendas a modo de jaimas. Quizá esto fue lo que más me llamó la atención, aquella gente que se ganaba la vida allí, y más aún, aquellos que además vivían en aquel insólito paraje.

Las tumbas reales

A partir de aquí el siq ya no nos protegerá del sol. Estamos a su disposición, y lo que parece disponer es que suframos un calor espantoso. Sin embargo, la gorra que llevo calzada en la cabeza, y sobre todo el inusitado interés por ver lo que cada montaña nos ofrece, consigue que olvide que estamos a más de 40º.
Es alucinante todo esto. Allí donde se dirija la visión aparecen edificios y más edificios construidos en la roca. Unos son tumbas, otros templos, también un teatro romano.



El camino se bifurca hacia la izquierda. Ahmad y Carlos van por delante de nosotros, nos llevan bastante ventaja. De pronto nos encontramos con que a la derecha hay unas escaleras (también talladas en la montaña) que conducen a unos monumentos cuyo nombre aún no conocemos. Hacia la izquierda continúa el camino, el llamado siq exterior. Dudamos si esas escaleras conducen al monasterio, que es hacia donde nos dirigimos, o si es el camino de la izquierda el trayecto a seguir.
Finalmente optamos por continuar hacia la izquierda, y desechar la opción de ver aquellos grandiosos monumentos. Se trata de las tumbas reales, varios edificios contiguos que se cuentan entre los más significativos de Petra. Unas maravillas que tan sólo veríamos a distancia.


El tesoro

Al salir del Siq nos encontramos con el majestuoso Khazneh. La famosa tumba que aparece en Indiana Jones, tallada en la mismísima montaña, me deja perplejo. Cada cosa que contemplo desde hace una hora me resulta aún más sorprendente que la anterior, aunque al llegar hasta aquí, tras ver este tesoro, pienso que ya hemos visto todo lo que esta ciudad nos ofrece; o al menos lo más interesante. Cuán equivocado estoy.


Junto a este monumento, una tienda de souvenirs, varios camelleros ofertando paseos en camellos, y varios grupos de turistas. Sin duda el enclave se presta a detenerse y dedicarle algún tiempo de contemplación. Pero no andamos sobrados de éste, así que proseguimos camino, recordando además el consejo de Walid, que nos dirigiéramos directamente al monasterio. Hacia allí vamos.

El Siq


Llegamos al Siq, al sendero entre montañas que nos llevará hasta la ciudad de la piedra. Comenzamos un paseo que me seguirá dejando boquiabierto a cada paso, en cada mirada, con cada color que la historia ha pintado en la piedra. Aún no hemos llegado realmente, y el viaje y el caro precio de las entradas ya merece la pena.
Seguiremos andando y el sendero nos llevará junto a un manantial ya seco, o un basto espacio usado como cisterna de agua por los antiguos. Nos cruzaremos con estrechos carros transportando turistas. Y al final del Siq, encontramos una luz entre las montañas, una visión que algunos turistas quieren inmortalizar mediante sus cámaras de fotos.
Si ante todo lo anterior seguramente me había quedado absorto, ante esta silueta luminosa ya me quedé, posiblemente, petrificado. Mas decidí acercarme, y a cada paso la silueta se extendía, y finalmente el lugar que se divisaba entre las montañas del Siq apareció en todo su esplendor. Habíamos llegado a Petra.