Hoy jugamos nuestro primer amistoso de pretemporada. Más que el año pasado, en que no jugamos ninguno. Es un avance. Y lo hacemos contra un equipo de bastante nivel, Leioa Berri, el cual ascendió la temporada anterior a categoría autonómica, aunque renunció al ascenso. Por tanto, las expectativas de victoria se me antojan casi nulas. Habrá que ver si al menos somos capaces de competir.
Además, y sobre todo, hoy es un día de despedida. Es un día triste. Esta semana Iñigo me comunicó que no seguía en el equipo. La noticia, aunque ya esperada, fue un 'palo' considerable. Entiendo sus razones, mas hoy es un día especialmente triste.
Juega con nosotros, desde el comienzo del partido. No estamos brillantes pero tampoco va tan mal el encuentro. Al descanso perdemos por un escaso margen de diferencia. El tercer cuarto resulta un absoluto desastre, es el comienzo de la paliza que recibimos finalmente: más de treinta puntos de diferencia. Y eso que al equipo local le falta gente importante.
El partido ha acabado, la derrota en el marcador es lo de menos; la verdadera derrota es la que supone no contar ya con alguien que nos ha ayudado tanto deportiva y extradeportivamente en el club. La calidad de Iñigo (varios mvp), su implicación y ayuda en la cohesión del grupo son factores muy de agradecer en estos últimos años.
Hubo alguien que dijo que Iñigo era mejor persona incluso que jugador. Y eso es decir mucho. Se te echará de menos. Suerte, amigo. Hasta pronto.
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