El partido se perdió porque además de contra Águilas, tuvimos que luchar contra varios elementos adversos. Al final, fueron demasiados y llegó una dura derrota, que nos acerca un poco más al descenso de categoría.
Dominamos el marcador durante bastantes minutos, aunque en los últimos del cuarto período no pudimos ya seguir siendo competitivos.
Los elementos adversos fueron los siguientes: por una parte, el arbitraje, especialmente de Lerena, quien se mostró especialmente interesado en buscar las cosquillas a Iker, en lugar de señalar todos los palos que le propinaban. Por otra, el duro juego de Águilas, quien no sólo nos superaba en físico, sino también en 'palos', aunque a los árbitros estas situaciones les importaban más bien poco. En tercer lugar, nos equivocamos al elegir la mitad del campo donde atacamos en la segunda parte, molestándonos el reflejo del sol, lo que nos hizo fallar demasiados tiros libres. Y por último, nuevamente volvimos a estar pocos jugadores, especialmente pívots, lo que en los últimos minutos fue decisivo, por mor de la escasez de cambios interiores que teníamos.
Con todos estos elementos desfavorables, cabe señalar como buena nuestra capacidad para competir, e incluso de encontrarnos próximos a la victoria, contra un equipo que en el partido de ida nos había apalizado.