Contra un rival no tan excelso como marca su clasificación, con más jugadores por nuestra parte que en el partido de ida (donde nos faltaron pívots con los que poder competir), sin mucho que perder y bastante que ganar; sin embargo, no fuimos capaces de ofrecer una imagen cuanto menos digna como equipo.
Nuestro juego lamentable, nuestra defensa o nuestro ataque, tanto daba. Al descanso, 16 puntos abajo y tan sólo una falta realizada, o al menos señalada por el árbitro.
Nuestra actitud como equipo deja mucho que desear, y al finalizar, 31 puntos de diferencia en contra, y gracias.
Uno de los jugadores del equipo local nos pregunta, terminado el partido, qué nos pasaba, que parecía que hubiéramos acudido al campo sin ganas de jugar. Muy sintomático, a la par que triste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario