Comienza el tradicional partido de Parque contra los Aficionados. Una vez más el equipo de la afición escaso de efectivos, y también de condición física. Este año está reforzado con dos amigos de Javi, uno de Txus y con Manu, lo que le hace algo más competitivo. Pese a todo, sólo puede aguantar un cuarto, el primero, y a partir de ahí Parque impone la lógica, que no el buen juego. Pese a las 'fluctuaciones finales' del marcador electrónico, que anotaba puntos de más al equipo de la afición, la realidad del acta refleja una diferencia no exagerada, pero si al menos holgada para un conjunto que ni en un partido como éste pretende exhibir todo su potencial. Sí al menos hay dosis de espectáculo, una canasta tras giro completo en el aire de Javi por ejemplo, que está a la altura de la camiseta que lleva puesta hoy, la de Rondo ni más ni menos.
Es éste otro de los motivos de orgullo y satisfacción de una jornada como la de hoy; el buen gusto en las camisetas de tres de los presentes. Ahí los tienen.
Previamente a este curioso derroche de efluvios baloncestísticos que fue el partido Parque contra Aficionados, se celebró el también tradicional concurso de triples. Ésta vez sí, lo ganó Manu, con un gran porcentaje en la final, aunque tuvo a unos dignos (y dicho sea de paso, veteranos) finalistas. El premio de la victoria, una botella de cava. Aquí está Jorge, otro de los finalistas, entregándosela.
En el partido hubo más protagonistas que los jugadores; los anotadores por ejemplo, o el árbitro, Emi, quien no lo hizo del todo mal pese a estar lesionado.
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