Con tan sólo seis jugadores, de los cuales uno con molestias en un pie, y otro recientemente salido de una bronquitis, resultaba difícil creer que se pudiera vencer al segundo clasificado. Aún así lo intentamos, y fuimos competitivos durante tres cuartos, estando por delante buena parte de esos treinta minutos.
Pero en el último se nos acabaron las fuerzas a todos, lo que desembocó en una debacle monumental, encajando un parcial escandaloso, a la par que injusto, dado el transcurso del encuentro hasta entonces.
Con sólo dos pívot, uno de ellos con problemas físicos, nos empeñamos en hacer ataques poco inteligentes. Tampoco en defensa estuvimos listos, y un exceso de ansiedad hizo que Mungialde atacara a placer.
Tanto en el campo como en el banquillo, las malas decisiones se produjeron durante un lamentable último cuarto. Aunque la derrota resultó decepcionante, aunque no sorprendente, el auténtico "palo" fue la lesión importante de David, quien se produjo rotura en un pie. Su coraje en el campo, jugando lesionado, y el buen hacer del equipo durante tres cuartos no obtuvo recompensa alguna.
Fue un día bastante triste a causa de la citada lesión.
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